La leche de vaca es uno de los primeros alimentos que se le ofrece al lactante. La reacción alérgica puede producirse por la ingestión de una leche infantil o por la leche de vaca ingerida por la madre a través de la leche materna. [Martin-Esteban 1991, De Greef et al. 2010.] Lógicamente, la alergia a la proteína de la leche de vaca es la alergia alimentaria más frecuente durante la infancia. [Canani] Afecta al 2-7,5% de los lactantes. [Vandenplas 2007]
Una vez tratada, la mayoría de los niños superarán la alergia a la proteina de la leche de vaca alrededor de los 3-5 años de edad, como promedio. [Host 2002/Santos/Canani 2013] Estudios recientes han hallado una tendencia a que la alergia a la leche de vaca persista cada vez más en los niños mayores. [Canani/Santos] . Sin embargo, cuanto antes puedan los niños volver a consumir leche de vaca, antes podrán las familias reanudar su vida normal.
La alergia a las proteínas de la leche de vaca suele ser el primer signo clínico de la llamada marcha alérgica, una aparición secuencial de alergias que a veces se produce con la edad. Esto significa que los lactantes con alergia a la proteína de la leche de vaca tienen un riesgo superior al de la media de presentar asma, eccema y otras alergias alimentarias. [Santos 2010]. El riesgo de prolongación de la marcha alérgica puede aumentar si aumenta la duración de la alergia a la proteína de la leche de vaca. [Wahn et al. 2000]
La marcha alérgica se inicia con la sensibilización a los alérgenos alimentarios, que afecta a la piel y al tubo digestivo. La sensibilización a los alérgenos alimentarios se cambia después por una sensibilización a los alérgenos aéreos, que afecta a la vía respiratoria superior e inferior.
Adaptada de Herz 20058
1. Koletzko 2012
2. De Greef 2010
3. Canani 2013
4. Vandenplas 2007
5. Host 2002
6. Santos 2010
7. Wahn 2000
8. Herz 2005
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